SAGA Rev. Cienc. Multidiscip. | e-ISSN 3073-1151 | Abril-Junio, 2025 | vol. 2 | núm. 2 | pág. 711-724
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Game Coello, K. E., Párraga Castro, R. M., Calle Ulloa, N. V., Olaya Lema, M. A., &
Robalino Junco, Y. N.
REVISTA CIENTÍFICA MULTIDISCIPLINAR SAGA
Artículo de Investigación
Vulnerabilidad estructural del hogar y percepción de los problemas
sociales en el Ecuador
Structural Vulnerability of Households and Perception of Social Problems in Ecuador
1
Centro de Innovación y Desarrollo Profesional, Milagro, Ecuador
2
Universidad Estatal de Milagro, Milagro, Ecuador
INFORMACIÓN DEL
ARTÍCULO
Historial del artículo
Recibido: 15/04/2025
Aceptado: 28/05/2025
Publicado: 16/06/2025
Palabras clave:
vulnerabilidad
estructural, vivienda,
percepción social,
pobreza, inseguridad,
trabajo social, exclusión,
inequidad, Ecuador,
políticas públicas
ARTICLE INFO
Article history:
Received: 04/15/2025
Accepted: 05/28/2025
Published: 06/16/2025
Keywords:
structural vulnerability,
housing, social
perception, poverty,
insecurity, social work,
exclusion, inequity,
Ecuador, public policies
INFORMAÇÕES DO
ARTIGO
Histórico do artigo:
Recebido: 15/04/2025
RESUMEN
Este estudio analizala relación entrela vulnerabilidad estructural del hogar y la percepción
de los problemas sociales en Ecuador, con base en datos de la Encuesta Nacional de
Desnutrición del INEC. Se examinó una muestra de 991 hogares de la provincia del Guayas.
Los resultados revelan que el 15,1% de las familias habita en viviendas precarias, y casi la
mitad presenta techos, paredes o pisos en estado regular o malo. Además, el 36,4% de los
hogares ha experimentado falta de alimentos, y el 18,1% de los niños menores de cinco
años ha sentido hambre sin poder comer. En cuanto a la percepción social, la inseguridad
fue identificada como el principal problema del país por el 36,3% de los encuestados. El
análisis estadístico (chi-cuadrado) mostró asociaciones significativas entre el estado de
la vivienda y las percepciones ciudadanas. Estos hallazgos evidencian que las condiciones
materiales del hogar influyen directamente en cómo las personas interpretan y priorizan
los problemas nacionales. Se concluye que es necesario un enfoque integral que combine
mejora habitacional, equidad social y participación ciudadana para avanzar hacia una
sociedad más justa.
ABSTRACT
This study analyzes the relationship between household structural vulnerability and the
perception of social problems in Ecuador, based on data from the National Malnutrition
Survey by INEC. A sample of 991 households from the Guayas province was examined.
Results reveal that 15.1% of families livein precarious housing, and nearly half haveroofs,
walls, or floors in regular or poor condition. Additionally, 36.4% of households have
experienced food shortages, and 18.1% of children under five have felt hungry without
being able to eat. Regarding social perception, insecurity was identified as the main
national problem by 36.3% of respondents. Statistical analysis (chi-square) showed
significant associations between housing conditions and citizens’ perceptions. These
findings demonstrate that material living conditions directly influence how people
interpret and prioritize national issues. It is concluded that an integral approach combining
housing improvement, social equity, and citizen participation is necessary to advance
toward a more just society.
RESUMO
Este estudo analisa a relação entre a vulnerabilidade estrutural do domicílio e a
percepção dos problemas sociais no Equador, com base em dados da Pesquisa
Nacional de
Kened Eduardo Game Coello
1
Nagely Valeska Calle Ulloa
1
Yalila Narcisa Robalino Junco
1
Rosa Maribel Párraga Castro
2
Miguel Angel Olaya Lema
1
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Game Coello, K. E., Párraga Castro, R. M., Calle Ulloa, N. V., Olaya Lema, M. A., &
Robalino Junco, Y. N.
Aceito: 28/05/2025
Publicado: 16/06/2025
Palavras-chave:
vulnerabilidade
estrutural, moradia,
percepção social,
pobreza, insegurança,
serviço social, exclusão,
desigualdade, Equador,
políticas públicas
Desnutrição do INEC. Foi examinada uma amostra de 991 domicílios da província de
Guayas. Os resultados revelam que 15,1% das famílias vivem em moradias precárias, e
quase metade apresenta tetos, paredes ou pisos em estado regular ou ruim. Além disso,
36,4% dos lares passaram por falta de alimentos, e 18,1% das crianças menores de cinco
anos sentiram fome sem poder comer. Quanto à percepção social, a insegurança foi
identificada como o principal problema do país por 36,3% dos entrevistados. A análise
estatística (qui-quadrado) mostrou associações significativas entre o estado da moradia e
as percepções dos cidadãos. Esses achados evidenciam que as condições materiais do lar
influenciam diretamente a forma como as pessoas interpretam e priorizam os problemas
nacionais. Conclui-se que é necessário um enfoque integral que combine melhorias
habitacionais, equidade social e participação cidadã para avançar rumo a uma sociedade
mais justa.
Forma sugerida de citar (APA):
Game Coello, K. E., Párraga Castro, R. M., Calle Ulloa, N. V., Olaya Lema, M. A., & Robalino Junco, Y. N. (2025).
Vulnerabilidad estructural del hogar y percepción de los problemas sociales en el Ecuador. Revista Científica
Multidisciplinar SAGA, 2(2), 711-724
INTRODUCCIÓN
En Ecuador, la vulnerabilidad estructural
del hogar se ha convertido en un fenómeno
persistente que limita las oportunidades de
desarrollointegraldelaspersonas,
especialmente en sectores rurales y urbano-
marginales. Esta vulnerabilidad se manifiesta
en múltiples formas: falta de acceso a servicios
básicos, condiciones precarias de vivienda,
inseguridad alimentaria, desempleo,y
ausencia de redes de apoyo institucionales o
comunitarias. Estos factores, combinados,
configuran un escenario donde los hogares se
encuentran en constante riesgo frente a crisis
económicas, sociales y ambientales. La
percepción que tienen las familias sobre los
problemas sociales, como la pobreza, la
desigualdad o la violencia, también está
influenciada por sus condiciones de vida y
determina su capacidad de respuesta frente a
estos desafíos.
Desde la mirada del Trabajo Social, abordar
la vulnerabilidad estructural del hogar no solo
implica entender las condiciones materiales
que afectan a las familias, sino también
visibilizar cómo estas condiciones influyen en
su percepción, participación y acceso a
derechos (Oion y Aranguren, 2021). La
profesión del Trabajo Social se menciona aquí
porque es una disciplina clave para la
comprensiónholísticadelosproblemas
sociales y para la intervención directa en
contextos de vulnerabilidad (Ávila, 2021). El o
la trabajadora social no solo actúa como un
puente entre el Estado y las familias, sino
también como agente de cambio que
promueve procesosde
empoderamiento,resiliencia
comunitaria y justicia social (Hernández y
Yusta, 2022).
La percepción ciudadana respecto a los
problemas sociales, tales como la pobreza, el
desempleo, la inseguridad y la corrupción, está
influenciada por las condiciones materiales en
las que vive la población (Tejeda y Palafox,
2021). En este sentido, resulta pertinente
explorar cómo la vulnerabilidad estructural del
hogar puede afectar dicha percepción, ya que
una visión distorsionada o limitada de la
realidadsocialpodríadificultarla
participación ciudadana activa, así como el
reconocimiento de derechos y el reclamo de
políticas públicas más justas. Comprender esta
relación permitirá avanzar hacia una lectura
más integral de las desigualdades en el
Ecuador (Aguirre y Rodríguez, 2023).
En Ecuador, millones de personas habitan
viviendas con deficiencias estructurales que
van desde techos de materiales no duraderos
hastala ausencia de agua potable o servicios de
saneamiento(Cachiguango,2023).Esta
situación no solo compromete la salud física y
mental de quienes viven en estas condiciones,
Esta obra está bajo una licencia internacional
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sinoquetambiénlimitaelaccesoa
oportunidades de desarrollo social, educativo
y laboral. Las zonas rurales, así como los
barrios periféricos de las ciudades, son los
más afectados, lo que evidencia una
brecha significativa entre grupos sociales y
territorios (Soto et al., 2024).
A pesar de la existencia de programas
estatales para mejorar el acceso a vivienda
digna, la persistencia de estas condiciones
vulnerablesgeneraunsentimientode
abandono ydesconfianzahacia las
instituciones públicas (Bungacho et al., 2022).
Esta percepción negativa se proyecta en cómo
las personas interpretan los problemas
sociales más amplios. Así, la vulnerabilidad
estructural del hogar puede reforzar una
visión crítica, fragmentada o incluso resignada
frente a los desafíos del país, afectando la
forma en que las personas se involucran o
demandan soluciones desde lo colectivo (Loor
et al., 2021).
Estudiar la relación entre la vulnerabilidad
estructural del hogar y la percepción de los
problemassocialesesfundamentalpara
comprender cómo las condiciones materiales
influyen en la construcción de la conciencia
ciudadana. Esta perspectiva permite abordar
los problemas sociales no solo desde una
dimensión económica o política, sino también
desde la vivencia cotidiana de los hogares más
afectados porla desigualdad.Además,
contribuye a evidenciar cómo la precariedad
habitacional puede convertirse en un factor de
exclusión simbólica, afectando la manera en
que los individuos interpretan su lugar en la
sociedad.
EnelcontextoactualdelEcuador,
caracterizado por una creciente polarización y
desafíos estructurales postpandemia,esta
investigación puede ofrecer insumos valiosos
para el diseño de políticas públicas que
incorporen una visión más integral de la
justicia social. No se trata únicamente de
mejorar lascondiciones físicas de las
viviendas, sino también de comprender cómo
estas condiciones influyen en la percepción de
los ciudadanos sobre su entorno, sus derechos
y sus posibilidades de transformación social.
La importancia de este estudio radica en su
capacidad para vincular dos dimensiones
comúnmente tratadas de forma separada: las
condiciones estructurales del hogar y las
representaciones sociales sobre los problemas
nacionales. Esta articulación es clave para una
lectura más holísticade larealidad ecuatoriana,
yaquepermitevisibilizarcómolas
condiciones materiales de vida inciden en los
imaginarios sociales,enla confianza
institucional y en el compromiso cívico.
Además, ofrece una mirada alternativa a los
enfoquestradicionales que abordan la
percepción social sin considerar el entorno
físico y habitacional de los encuestados.
El objetivo principal de esta investigación es
analizar cómo la vulnerabilidad estructural del
hogar influye en la percepción que los
ciudadanostienensobrelosprincipales
problemas sociales del Ecuador. A través de
esta exploración se busca identificar patrones,
diferencias regionales y posibles factores
mediadores, con el fin de aportar al
debate sobre la construcción de políticas
públicas sensibles a las condiciones de vida
y a los imaginarios sociales que estas
generan.
Vulnerabilidad estructural del hogar
La vulnerabilidad estructural del hogar hace
referencia a las debilidades físicas, técnicas y
constructivas de una vivienda que la hacen
susceptible a daños severos frente a eventos
naturalescomoterremotos,inundaciones,
deslizamientos de tierra, tormentas, o ante
situaciones antrópicascomoincendios,
explosiones, o accidentes provocados por
fallas humanas (Montesi et al., 2023). Esta
vulnerabilidad está determinada por varios
factores, entre ellos la calidad de los materiales
empleados en la construcción, la resistencia
estructural, el tipo de suelo sobre el cual está
edificada la vivienda, el diseño arquitectónico,
la antigüedad de la edificación, así como el
cumplimiento de normas técnicas yde
seguridad en la construcción (Almanza et al.,
2022). En muchas comunidades, sobre todo en
áreas rurales o asentamientos informales, las
viviendas son construidas sin la asesoría de
profesionales y con materiales reciclados o de
bajo costo, lo cual incrementa
considerablemente el riesgo de colapso o daño
ante cualquier eventualidad (Rodríguez, 2022).
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Ademásdelcomponentetécnico,la
vulnerabilidad estructural del hogar está
íntimamente relacionada con las condiciones
sociales y económicas de las familias (Padilla
etal., 2021). Las personas con escasos recursos
económicos generalmente no pueden acceder
a viviendasformalesconstruidas bajo
parámetros técnicos adecuados, por lo que
optan por edificar sus hogares de forma
improvisada y en terrenos muchas veces
inestables o inseguros, como riberas de ríos,
laderaso zonas propensas adesastres
naturales. Esta situación no solo pone en
peligro la vida e integridad física de quienes
habitan estos hogares, sino que también
compromete su capacidad de recuperación
tras una emergencia (Ramos y Salazar, 2021).
La pérdida total o parcial de una vivienda
puede significar para una familia la pérdida
de su patrimonio, de su espacio de resguardo,
de su estabilidad emocional, y en muchos
casos, el inicio de un ciclo de pobreza más
profundo. Por ello, abordar la vulnerabilidad
estructural del hogar también significa
reconocer la desigualdad en el acceso a
derechos básicos como la vivienda segura y
digna (López y Cañizares, 2022).
Frente a esta problemática, es esencial que
los Estados y gobiernos locales desarrollen e
impulsen políticas públicas que combinen la
perspectiva técnica con la social, enfocándose
enlareduccióndelriesgoestructural,
especialmente en comunidades vulnerables o
en zonas de alta exposición a amenazas
naturales (Piñones et al., 2021). Esto incluye
programas de mejoramiento de viviendas
precarias, acceso a créditos o subsidios para la
construcciónde viviendas seguras,
capacitación comunitaria sobre técnicas de
construcción resiliente, fiscalizacióndel
cumplimiento de normativas de edificación, y
un enfoque territorial que identifique y
priorice las zonas con mayor riesgo (Liedo,
2021). Además, es importante la participación
activa de las comunidades en los procesos
de prevención y mitigación,
fomentando la organización vecinal y la
corresponsabilidad. La reducción de la
vulnerabilidad estructural del hogar no solo
previene pérdidas humanas y materiales, sino
que también fortalece el tejido social y
promueve entornos más seguros, resilientes
y equitativos para todas las
personas,sinimportarsucondición
socioeconómica (Garrido, 2022).
Percepción de los problemas sociales en el
Ecuador
La percepción de los problemas sociales en
el Ecuador está fuertemente influenciada por
las condiciones estructurales que afectan a
grandes sectores de la población. La pobreza,
eldesempleo, ladesigualdad social y lafalta de
acceso a servicios básicos como salud,
educación, vivienda y agua potable son vistos
como desafíos prioritarios (Sánchez et al.,
2022). Muchas personas, especialmente en
zonas rurales y periféricas de las ciudades,
sienten que el desarrollo no llega de manera
equitativa,generandounasensaciónde
abandono por parte del Estado (Cunalata y
Caiza, 2022). La población percibe que estos
problemas no solo son persistentes, sino que
se han agudizado en los últimos años por
factores como la crisis económica, la
corrupción institucional y la escasa inversión
pública en sectores clave. Esta realidad hace
que los ciudadanos demanden soluciones
concretas y sostenibles que mejoren su
calidad de vida y promuevan la equidad social
(Figueroa et al., 2024).
Uno de los aspectos más alarmantes que
resaltan en la percepción ciudadana es la
inseguridad.Enlaactualidad,muchos
ecuatorianos viven con miedo debido al
aumento de la violencia, el crimen organizado,
el narcotráfico y la presencia de bandas
delictivas (Villavicencio et al., 2024). Esta
problemática ha dejado de ser exclusiva de
ciertos sectores y se ha expandido a casi todo
el país, afectando la vida cotidiana de las
personas y generando desconfianza en las
autoridades. La ciudadanía percibe que los
organismos de control y las fuerzas de
seguridad son poco efectivos oestán
sobrepasados ante la magnitud del problema
(Rosero et al., 2022). Asimismo, existe una
preocupación creciente por la falta de justicia y
por la impunidad con la que operan ciertos
gruposcriminales. Estasensación de
vulnerabilidad ha llevado a que muchas
personas limiten sus actividades diarias,
cambien sus rutinas o incluso consideren
emigrar como alternativa para buscar
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seguridad y mejores condiciones de vida
(Jimenez et al., 2024).
Por otro lado, la educación y la salud son
otros temas que generan una percepción
negativa entre la población, debido a su baja
calidad, falta de cobertura y escasa inversión.
Muchas familias enfrentan dificultades para
que sus hijos accedan a una educación digna,
coninfraestructuraadecuada,docentes
capacitadosymaterialespedagógicos
suficientes (Cornejo et al., 2024). Lo mismo
ocurre con el sistema de salud, que muchas
veces no garantiza una atención oportuna,
eficiente y humana, especialmente para las
personas de bajos recursos. Estas deficiencias
son percibidas como barreras que limitan el
desarrollo humano y perpetúan el ciclo de la
pobreza (Camacho et al., 2025). Frente a esta
realidad, la población demanda que el Estado
asuma un rol más activo en la garantía de
derechos sociales, que promueva políticas
públicas inclusivas y participativas, y que se
fortalezca el tejido social mediante el apoyo a
organizaciones comunitarias, jóvenesy
familias. Solo a través de una respuesta
integral y sostenida se podrá transformar la
percepción negativa en esperanza de cambio y
progreso para todos los ecuatorianos (Cobena
y Palacios, 2024).
Relación con la vulnerabilidad estructural del
hogar y percepción de los problemas
sociales
La vulnerabilidad estructural del hogar hace
referencia a un conjunto de condiciones
sociales, económicas y materiales que afectan
negativamente el desarrollo y bienestar de las
familias, limitando su acceso a una vida digna.
Esta situación se manifiesta, por ejemplo, en
hogares con ingresos insuficientes, viviendas
inadecuadas, faltade acceso a servicios básicos
como agua potable, electricidad, educación y
salud, así como en la inseguridad alimentaria y
eldesempleo. Las familias que viven bajo estas
circunstancias experimentan una constante
sensación de incertidumbre, desprotección y
desigualdad, lo que repercute en todos los
aspectos de su vida cotidiana (Aguirre y
Rodríguez, 2023). Esta vulnerabilidad no es
resultado de decisiones individuales, sino de
estructuras sociales más amplias que
perpetúan la pobreza y la exclusión social,
generando una
reproducciónintergeneracionaldela
precariedad (Cobena y Palacios, 2024).
La percepción de los problemas sociales
estádirectamenteinfluenciadaporesta
realidad estructural. Las personas que habitan
en condiciones de vulnerabilidad tienden a
reconocer con mayor claridad y sensibilidad los
problemas sociales porque los viven en
carne propia: sienten la falta de
oportunidades, la injusticia, la violencia, la
discriminación y la indiferencia del sistema
(Villavicencio et al., 2024). A diferencia de
quienes viven en contextos más favorecidos,
su visión de los problemas sociales está
más ligada a la experiencia directa y al dolor
cotidiano. Por ejemplo, una madre que no
puede alimentar adecuadamente a sus hijos,
o un joven que debe abandonar la escuela
para trabajar, no solo perciben elproblema,
sino que lopadecen. Esta percepción, sin
embargo, puede estar mediada por
sentimientos de resignación, desconfianza
en lasinstituciones o
desinformación, dificultando la generación de
soluciones colectivas (Ramos y Salazar, 2021).
Por otra parte, la vulnerabilidad estructural
también condiciona la capacidad de las
personas para involucrarse activamente en los
procesos de transformación social. Cuando
una familia lucha diariamente por sobrevivir,
su energía y recursos están centrados en
satisfacer necesidades básicas, por lo que es
común que no dispongan del tiempo, el
conocimiento o las herramientas necesarias
para participar en espacios de organización
comunitaria o en iniciativas de cambio social
(Bungacho et al., 2022). Esta exclusión no
solo perpetúa su situación, sino que también
debilita el tejido social y limita el impacto de
las políticas públicas. Por ello, es esencial
que las intervenciones sociales y estatales
no se enfoquenúnicamenteen
aliviarlas consecuencias de la
vulnerabilidad, sino en transformar sus
causas estructurales,
promoviendo el acceso equitativo a derechos,
fortaleciendo las redes de apoyo comunitario y
fomentando la participación ciudadana como
medio para construir sociedades más justas y
solidarias (Rosero et al., 2022).
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METODOLOGÍA
Enfoque y tipo de estudio
Este estudio se enmarca en un enfoque
cuantitativo, de tipo descriptivo-correlacional.
Tiene como objetivo principal analizar la
relación entre las condiciones estructurales del
hogar y la percepción de los principales
problemassocialesenelEcuador.La
investigación se apoya en el análisis de datos
secundarios obtenidos de fuentes oficiales.
Diseño metodológico
Se trata de un estudio no experimental y de
corte transversal, basado en datos
previamente recolectados por el Instituto
Nacional de Estadística y Censos (INEC). No se
interviene ni manipula ninguna de las
variables, sino que se realiza un análisis
relacional a partir de registros existentes.
Fuente de datos
Los datos utilizados provienen de las bases
de datos públicas del Instituto Nacional de
Estadística y Censos (INEC), específicamente
de la Encuesta Nacional de Desnutrición,
Ronda 1, en la categoría hogar (Instituto
Nacional de Estadística y Censos (INEC),
2025).Estasencuestasproporcionan
información socioeconómica y de percepción
ciudadana, adecuada para el análisis de las
variables seleccionadas, y corresponden al
último año disponible.
Población y muestra
La población está compuesta por los
hogares registrados en la Encuesta Nacional de
Desnutrición, Ronda 1, correspondiente a la
provincia del Guayas. La muestra es no
probabilística, de tipo intencional, y representa
un total de 991 hogares seleccionados de
manera específica dentro de la base de datos.
Técnicas de análisis
El procesamiento y análisis de los datos se
realizará utilizando software estadístico como
SPSS,aplicandodiversastécnicasque
permitan una interpretación integral de la
información.Se emplearáestadística
descriptiva para caracterizar la muestra e
identificar frecuencias y porcentajes en las
variables estructurales de la vivienda y los
servicios básicos; tablas cruzadas paraexplorar
asociaciones entre las condiciones materiales
delhogar y las percepciones sociales;
coeficientes de correlación para analizar la
relación entre las condiciones habitacionales y
la percepción de los principales problemas
sociales; y análisis bivariado para determinar si
existen diferencias significativas entre grupos
de hogares de acuerdo con sus condiciones
estructurales.
RESULTADOS
Figura 1
Tipo de Vivienda
44,30%
40,60%
4,20%
5,40%5,40%
Casa o villaCuarto/s en casa
de inquilinato
Departamento enMediaguaRancho
casa o edificio
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Los datos recopilados sobre el tipo de
vivienda de los participantes revelan una
distribución heterogénea que refleja tanto
condicioneshabitacionalesestablescomo
situaciones devulnerabilidadsocial.La
mayoría de los encuestados, un 44,3%, reside
en casas o villas, lo que indica una prevalencia
significativa de viviendas unifamiliares
posiblemente asociadas a mayor estabilidad y
acceso a recursos. De cerca le sigue el 40,6%
que habita en departamentos dentro de casas
o edificios, mostrando una alta proporción
de viviendas multifamiliares,
probablemente vinculadas a entornos urbanos
y a dinámicas económicas que favorecen
este tipo de residencias. Por otro lado,
alrededor del 10,8%
de la población vive en condiciones más
precarias, distribuidos equitativamente entre
mediaguas y ranchos, tipos de vivienda con
menor infraestructura y, en muchos casos,
reflejo de situaciones de pobreza o exclusión
social. Finalmente, un 4,2% reside en cuartos
de casas de inquilinato, modalidad que sugiere
arrendamientos temporales y limitaciones
económicas. En conjunto, un 84,9% habita en
viviendas estructuralmente más consolidadas,
mientras que un 15,1% enfrenta condiciones
habitacionales menos favorables, lo cual
señala la necesidad de atención en políticas
públicas orientadas a mejorar la calidad de vida
y garantizar el acceso a viviendas dignas para
los sectores más vulnerables.
Los datos sobre el estado de las estructuras
principales de las viviendas muestran que, en
términosgenerales,unaproporción
considerable delos hogares presenta
condiciones que pueden considerarse
regulares o adecuadas, aunque con áreas que
requieren atención. En el caso del techo o
cubierta, el 42,7% de las viviendas están en
buen estado, mientras que un 45,5%
presentan un estado regular y un 11,8% están
en mal estado, lo que indica que casi la mitad
de las viviendas podría necesitar reparaciones
o mejoras en esta área. Respecto a las paredes
exteriores, solo el 41% están en buen estado,
un 50,6% se encuentran en estado regular y un
8,5% están en malas
condiciones,loquereflejaunamayor
incidencia dedeterioro o faltade
mantenimiento en las paredes en comparación
con los techos. Finalmente, en cuanto al estado
del piso, el 43,1% de las viviendas tienen pisos
en buen estado, un 47,5% en estado regular y
un 9,4% en mal estado, evidenciando que casi
la mitad de las viviendas presentan pisos que
podrían requerir reparaciones. Estos
resultados sugieren que, aunque una parte
importante de las viviendas mantiene
condiciones aceptables, existeuna
proporciónsignificativa que requiere
intervenciones para mejorar la calidad
estructuraly garantizar mejores condiciones de
habitabilidad.
Figura 2
Estado de la vivienda
30,00%
40,00%
60,00%
0,00%
BuenoMaloRegular
50,00%
42,70%
41%
43,10%
9
20,00%
11,80%
8,50%
,40%
10,00%
50,60%
47,50%
45,50%
Estado del techo o cubierta de la viviendaEstado de las paredes exteriores de la vivienda
Estado del piso de la vivienda es:
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Los resultados muestran que casi la
totalidad de los hogares (99.7%) pudo obtener
las cantidades necesarias de agua para beber
en las últimas dos semanas, lo que indica
una buena disponibilidad hídrica para
consumo. Sinembargo,respectoa
laseguridad alimentaria, el
36.4% de los hogares reportó haber
experimentado alguna vez la falta de
alimentos, mientras que un 63.6% nunca
enfrentó esta situación, revelando que más de
un tercio de las familias atraviesa dificultades
para mantener una alimentación continua. En
cuanto a los niños menores de cinco años, el
18.1% ha sentido hambre sin poder comer,
mientras que el 81.8% no pasó por esta
situación, lo que evidencia que casi una quinta
parte de la población infantil está expuesta a la
inseguridad alimentaria. Finalmente, solo un
2.9% de los niños menores de cinco años dejó
de comer todo un día alguna vez, mientras que
el 97% nunca llegó a esta situación extrema,
mostrando que, aunque menos frecuente, aún
existen casos severos de privación alimentaria
en esta población vulnerable. Estos datos
reflejan la existencia de desigualdades en el
acceso a alimentos y agua, con implicaciones
importantes para políticas de apoyo social y
nutricional.
Figura 3
Percepción de vulnerabilidad en el hogar
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Las últimas 2
semanas, pudieron
obtener las
cantidades
necesarias de agua
para beber
Hubo alguna vez en Hubo alguna vez en Hubo alguna vez en
que su hogar quedóque alguna niña/oque alguna niña/o
sin alimentos menor de 5 añosmenor de 5 años
sintió hambre pero dejó de comer todo
no comióun día
0%0,30%
63,60%
97%
81,80%
99,70%
36,40%
18,10%
2,90%
0%0,10%0,10%
N/SNoSi
Figura 4
Principales problemas en el Ecuador
51,60%
10,00%
3,80%
1,60%
1,60%
3,70%
0,30%
0,00%
1%
20,00%
40,00%
36,30%
30,00%
50,00%
60,00%
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Los datos sobre los principales problemas
percibidos en Ecuador muestran que la
inseguridad es considerada la preocupación
másrelevante,conun36.3%delos
encuestados identificándola como un
problema prioritario, lo que refleja una alta
preocupación ciudadana por la seguridad
personal y social. Sin embargo, una mayoría
significativa, el 51.6%,señaló “otros”
problemas no especificados en la lista, lo
que indica una diversidad de inquietudes que
podrían abarcar temas variados como
salud,educación, corrupción u otros aspectos
socioeconómicos. Problemas específicos
como la pobreza y desigualdad y el
desempleo tienen porcentajes relativamente
bajos (3.8%y 3.7%,
respectivamente), mientras que la
desnutrición infantil y la combinación de
desnutrición con mala gobernanza alcanzan el
1.6% cada uno, reflejando que aunque son
reconocidos, no son vistos como los problemas
más urgentes por la mayoría. La violencia de
género y el acceso limitadoaservicios
básicosrepresentan
preocupaciones menores, con 0.3% y 1%,
respectivamente. En conjunto, estos
resultados sugieren que, aunque la
inseguridad domina la agenda pública, existe
una amplia gama de otras
preocupacionesqueafectanala
población yque merecen atención
especializada para abordar integralmente los
desafíos nacionales.
Pruebas de chi-
cuadrado
47,299350,08
27,252140,018
37,762140,001
30,83140,006
Tabla 1
Análisis correlacionales
Valorgl
Principales problemas en el Ecuador
Significación
asintótica (bilateral)
53,210a350,025
29,030a140,01
Razón de
46,090a140
Chi-cuadrado
Tipo de vivienda
Razón de
verosimilitud
Estado del techo o
Chi-cuadrado
cubierta de la vivienda
verosimilitud
Estado de lasChi-cuadrado
paredes exteriores de la
Razón de
vivienda
verosimilitud
36,015a140,001
Razón de
Estado del piso de la
Chi-cuadrado
vivienda
verosimilitud
El análisis correlacional mediante la prueba
dechi-cuadradomuestraasociaciones
estadísticamente significativas entrelas
condiciones de la vivienda y la percepción
sobre los principales problemas en Ecuador.
En particular, el tipo de vivienda presenta una
relaciónsignificativacon los problemas
percibidos (χ² = 53,210, gl = 35, p = 0.025),
indicando que la modalidad habitacional
influye en la percepción ciudadana sobre las
problemáticas nacionales. Asimismo, el estado
del techo o cubierta de la vivienda también
muestra una asociación significativa (χ² =
29,030, gl = 14, p = 0.01), así como el estado
de las paredes exteriores (χ² = 46,090, gl = 14,
p < 0.001) y el estado del piso de la vivienda
(χ² = 36,015, gl = 14, p = 0.001). Estos
resultados evidencian que lacalidad estructural
de la vivienda está vinculada a cómo las
personas perciben los principales problemas
delpaís,sugiriendoquecondiciones
habitacionales más precarias podrían estar
relacionadas con una mayor preocupación o
sensibilidad hacia ciertos desafíos sociales y
económicos en Ecuador. Las razones de
verosimilitud también respaldanestas
asociaciones, confirmando la robustez de los
resultados.
Resultados generales
Los resultados del estudio reflejan una
realidad compleja en cuanto a las condiciones
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Robalino Junco, Y. N.
habitacionales y la percepción social en
Ecuador. La mayoría de los participantes
reside en viviendas estructuralmente estables
como casas o departamentos (84.9%), aunque
un 15.1% enfrenta condiciones precarias, lo
que indica desigualdades importantes en el
acceso a una vivienda digna. En cuanto a la
calidad de las viviendas, se observa que una
parte considerable presenta techos, paredes y
pisos en estado regular o malo, lo que señala la
necesidad de intervenciones para mejorar la
habitabilidad. Respecto a la vulnerabilidad
alimentaria y de acceso al agua, aunque casi
todos los hogares cuentan con agua potable,
más de un tercio ha experimentado escasez de
alimentos, y cerca del 18% de los niños
menores de cinco años ha sentido hambre sin
podercomer,evidenciandoriesgosde
inseguridadalimentariaen la población
infantil. En cuanto a las preocupaciones
sociales, la inseguridad es el problema más
citado, aunque una mayoría menciona otros
problemas diversos,lo que denota una
multiplicidad de inquietudes sociales. El
análisis correlacional confirmaque las
condiciones habitacionales están
significativamente relacionadas con la
percepción de los principales problemas
nacionales, sugiriendo que quienes viven en
viviendas en peor estado tienden a percibir con
mayor intensidad las problemáticas sociales y
económicas del país. Estos hallazgos subrayan
la importancia de políticas públicas integrales
que aborden tanto la mejora de la calidad
habitacionalcomo la seguridad alimentaria y la
atención a las múltiples demandas sociales que
afectan a la población.
DISCUSIÓN
Losresultadosdeestainvestigación
evidencian que las condiciones estructurales
de las viviendas y las limitaciones materiales
del hogar están fuertemente relacionadas
con la percepción que los ciudadanos tienen
sobre los principales problemas sociales del
país. Esta conexión resalta la importancia de
considerar el entorno físico y la calidad de
vida en el análisis delaconciencia
socialyla participación ciudadana.
En el estudio se constató que, si bien la
mayoría de los encuestados habita en
viviendas consolidadas, al menos un 15,1%
reside en
condiciones precarias, y casi la mitad presenta
estructuras (techo, paredes o piso) en estado
regular o deficiente. Estos hallazgos coinciden
con lo expuesto por Paucar et al. (2025),
quienes señalan que incluso en viviendas de
ladrillo o bloque, factores como el deterioro
físico, la ubicación geográfica en zonas de
riesgo y la carencia de servicios básicos
contribuyenaunaaltavulnerabilidad
socioeconómica. En contextos como el de
Pircapamba, el estado de las edificaciones, la
faltadealcantarillado y la precariedad
tecnológica y educativa acentúanesta
situación.
Asimismo, la inseguridad alimentaria que
afecta a más de un tercio de los hogares y al
18% de los niños menores de cinco años se
alinea con las dimensiones de vulnerabilidad
social descritas por Chiriboga et al. (2024),
quienes argumentan que la pobreza y la
desigualdad limitan el acceso a condiciones
dignas de vida y reducen la resiliencia de los
hogares ante crisis económicas o ambientales.
Esta situación refleja no solo una carencia de
recursos, sino una exclusión estructural que
impacta directamente en la forma en que las
personas perciben y priorizan los problemas
del país.
En cuanto a la percepción de los problemas
sociales, la inseguridad aparece como la mayor
preocupación para los encuestados, mientras
que temas estructurales como la pobreza o el
acceso a servicios básicos tienen menor
visibilidad. Esta tendencia puede explicarse a
través del análisis realizado por Santamaría et
al. (2025), quienes demostraron que la
economía del hogar tiene un efecto directo y
significativo en la percepción de seguridad. Es
decir, cuando las condiciones materiales del
hogar son frágiles, los ciudadanos tienden a
interpretar el entorno como más inseguro, lo
quecondicionasuvisiónsobrelas
problemáticas sociales.
Elanálisiscorrelacionaldeesta
investigación confirma que el tipo de vivienda y
el estado físico de la misma tienen una
relación estadísticamente significativa con la
percepción sobre los principales problemas
nacionales.Esta asociación refuerza el
argumento de quelas condiciones
habitacionales no solo determinan el bienestar
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físico, sino que también moldean la mirada
social y política de las personas. Tal como lo
plantea Chiriboga et al. (2024), la pobreza no
puede entenderseúnicamente desdeuna
perspectivaeconómica,sinocomo un
fenómeno multidimensional que configura los
marcos cognitivos y afectivos de la ciudadanía.
En suma, los hallazgos de estainvestigación
coinciden con los tres estudios revisados en
señalar que la vulnerabilidad estructural del
hogar, la precariedad socioeconómica y la
percepción de inseguridad están íntimamente
entrelazadas. Esta articulación sugiere la
necesidad de diseñar políticas públicas que
aborden de forma simultánea las dimensiones
materiales y simbólicas de la exclusión,
promoviendo condiciones de vida dignas y
fortaleciendo el tejido social y comunitario.
CONCLUSIONES
La presente investigación ha permitido
evidenciar que la vulnerabilidad estructural del
hogarenEcuadoresunacondición
multidimensional que afecta no solo el
bienestar físico y material de las familias, sino
también su percepción y comprensión de los
problemas sociales que enfrenta el país. Las
viviendas con techos, paredes o pisos en
estado regular o malo, así como la
inseguridad alimentaria presente en una parte
significativa de los hogares, reflejan un
panorama de exclusión que trasciende lo
meramente físico. Esta situación genera un
entorno cotidiano de incertidumbre,
precariedad y desconfianza hacia las
instituciones.
Los hallazgos muestran que existe una
relación estadísticamente significativa entre
las condiciones estructurales del hogar y la
percepción ciudadana sobre problemáticas
como la inseguridad, la pobreza, el desempleo
o el acceso limitado a servicios básicos.
Quieneshabitanencontextosmás
desfavorables tienden a reconocer con mayor
sensibilidad estos problemas, ya que los viven
directamente. No se trata de una percepción
abstracta, sino de una experiencia cotidiana
que moldea su visión del país y limita su
participación en procesos de transformación
social.
Desde el Trabajo Social, esta relación entre
estructura física y conciencia social invita a
reflexionar sobre la necesidad de políticas
públicas integrales que no solo mejoren las
condiciones materiales de vida, sino que
fortalezcan el tejido social, promuevan la
organizacióncomunitariayfomentenel
empoderamiento ciudadano. La intervención
profesional debe enfocarse en transformar las
causas estructurales de la exclusión y no
únicamente en mitigar sus consecuencias,
entendiendo que una vivienda digna es
también una herramienta de justicia social.
Finalmente, este estudio aporta al debate
sobrelasdesigualdadesenEcuadoral
visibilizar cómo las condiciones materiales del
hogar configuran los imaginarios sociales y la
capacidad de las personas para demandar
derechos. Superar la vulnerabilidad estructural
del hogar implica avanzar hacia un enfoque de
desarrollo que integre la dimensión técnica,
social y simbólicade lavivienda, reconociendo
que garantizar entornos seguros, dignos y
habitables es fundamental para construir una
sociedad más equitativa y cohesionada.
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2 7.49.07
DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERESES Los autores
declaran no tener conflictos de intereses.
DERECHOS DE AUTOR
Game Coello, K. E., Párraga Castro, R. M., Calle Ulloa, N. V., Olaya Lema, M. A., & Robalino Junco, Y.
N. (2025)
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724
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Robalino Junco, Y. N.
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