SAGA Rev. Cienc. Multidiscip. | e-ISSN 3073-1151 | Octubre-Diciembre, 2025 | vol. 2 | núm. 4 | pág. 535-547
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Revista Científica Multidisciplinar
https://revistasaga.org/
e-ISSN
3073-1151
Octubre-Diciembre
, 2025
Vol.
2
, Núm.
4
,
535-547
https://doi.org/10.63415/saga.v2i4.305
Artículo de Investigación
.
Relación entre los hábitos de estudio y el rendimiento académico en
estudiantes de bachillerato
Relationship between Study Habits and Academic Performance in High School
Students
Relação entre os Hábitos de Estudo e o Desempenho Acadêmico em Estudantes do
Ensino Médio
Marlon Milton Salas Coello
1
, Rodolfo Marlon Mina Angulo
1
,
Jéssica Viviana Proaño Hidalgo
1
, Kelvin Lenin Cruz Palma
2
,
Bélgica Angelina Crespo Araujo
1
, Magaly Susana Brito Guadalupe
1
,
Jhessy Laura Méndez Jarrín
1
1
Centro de Innovación y Desarrollo Profesional
–
CIDPROS, Milagro, Ecuador
2
Dirección Distrital 07D02 Machala-Salud, Machala, Ecuador
Recibido
: 2025-09-25 /
Aceptado
: 2025-11-07 /
Publicado
: 2025-11-30
RESUMEN
Este estudio se justifica por la necesidad de comprender factores modificables que explican la disminución del
rendimiento en bachillerato y orientar intervenciones escolares costo-efectivas; tuvo como objetivo determinar la relación
entre los hábitos de estudio y el rendimiento académico en estudiantes de educación media. Se empleó un enfoque
cuantitativo, diseño no experimental, transversal y correlacional, con muestra por conveniencia de 213 estudiantes; se
aplicó el CASM-
85 (53 ítems dicotómicos) para hábitos y un cuestionario de 15 ítems Likert para rendimiento (α=.989;
piloto α=.956); el análisis se realizó en SPSS 27. Los resultados mostra
ron rendimiento medio (M=45) y hábitos en
“tendencia positiva” (M=27,23), con debilidades en realización de tareas y manejo de distractores; la correlación entre
hábitos y rendimiento fue muy alta y significativa (r=.891; p<.001) y las asociaciones por dimensiones oscilaron entre
r=.793 y r=.881. Se concluye que la organización del tiempo, la planificación, la autorregulación y la atención en clase
son palancas clave para elevar el logro, por lo que se recomienda implementar tutorías, acompañamiento docente y
estrategias de estudio estructuradas que consoliden prácticas consistentes.
Palabras clave:
hábitos de estudio; rendimiento académico; bachillerato; autorregulación; prácticas de estudio
ABSTRACT
This study is justified by the need to understand modifiable factors that explain the decline in academic performance
among high school students and to guide cost-effective school interventions. The objective was to determine the
relationship between study habits and academic performance in upper secondary education students. A quantitative
approach was used, with a non-experimental, cross-sectional, and correlational design, and a convenience sample of 213
students. The CASM-85 (53 dichotomous items) was applied to assess study habits, and a 15-item Likert-scale
questionnaire was used to
measure academic performance (α = .989; pilot α = .956). Data analysis was conducted using
SPSS 27. The results indicated a medium level of academic performance (M = 45) and study habits within a "positive
tendency" (M = 27.23), with weaknesses identified in task completion and management of distractors. The correlation
between study habits and academic performance was found to be very high and significant (r = .891; p < .001), with
dimension-level associations ranging from r = .793 to r = .881. It is concluded that time management, planning, self-
regulation, and classroom attention are key levers for improving academic achievement; therefore, the implementation of
tutoring, teacher guidance, and structured study strategies is recommended to consolidate consistent learning practices.
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keywords
: study habits; academic performance; high school; self-regulation; study practices
RESUMO
Este estudo justifica-se pela necessidade de compreender fatores modificáveis que explicam a diminuição do rendimento
no ensino médio e orientar intervenções escolares custo-efetivas; teve como objetivo determinar a relação entre os hábitos
de estudo e o desempenho acadêmico em estudantes da educação média. Utilizou-se uma abordagem quantitativa, com
delineamento não experimental, transversal e correlacional, e uma amostra por conveniência de 213 estudantes; aplicou-
se o CASM-
85 (53 itens dicotômicos) para hábitos e um questionário de 15 itens Likert para desempenho (α = .989; piloto
α = .956); a análise foi realizada no SPSS 27. Os resultados mostrara
m desempenho médio (M = 45) e hábitos em
“tendência positiva” (M = 27,23), com fragilidades na realização de tarefas e no manejo de distrações; a correlação entre
hábitos e desempenho foi muito alta e significativa (r = .891; p < .001), e as associações por dimensões variaram entre r
= .793 e r = .881. Conclui-se que a organização do tempo, o planejamento, a autorregulação e a atenção em aula são
alavancas fundamentais para elevar o desempenho, recomendando-se a implementação de tutorias, acompanhamento
docente e estratégias de estudo estruturadas que consolidem práticas consistentes.
palavras-chave
: hábitos de estudo; desempenho acadêmico; ensino médio; autorregulação; práticas de estudo
Forma sugerida de citar (APA):
Salas Coello, M. M., Mina Angulo, R. M., Proaño Hidalgo, J. V., Cruz Palma, K. L., Crespo Araujo, B. A., Brito Guadalupe, M. S., & Méndez Jarrín,
J. L. (2025). Relación entre los hábitos de estudio y el rendimiento académico en estudiantes de bachillerato. Revista Científica Multidisciplinar SAGA,
2(4), 535-547.
https://doi.org/10.63415/saga.v2i4.305
Esta obra está bajo una licencia internacional
Creative Commons de Atribución No Comercial 4.0
INTRODUCCIÓN
El proceso de aprendizaje en la etapa de
bachillerato constituye una fase determinante
en la formación académica y personal de los
jóvenes, ya que sienta las bases para su
desarrollo profesional y social futuro, en este
contexto, los hábitos de estudio representan un
conjunto de conductas, técnicas y estrategias
que los estudiantes aplican de manera
constante para organizar, comprender y retener
la información. Estos hábitos no solo reflejan
disciplina y responsabilidad, sino que también
influyen de manera directa en el rendimiento
académico, entendido como el nivel de logro
alcanzado por el estudiante en relación con los
objetivos educativos establecidos, por ello,
analizar la relación entre ambas variables
permite comprender mejor los factores que
favorecen o limitan el aprendizaje
significativo.
En los últimos años, diversas instituciones
educativas han identificado una disminución
en los niveles de rendimiento académico en
estudiantes de bachillerato, atribuida en parte a
la falta de hábitos de estudio estructurados y
sostenibles. La sobreexposición a las
tecnologías, la ausencia de orientación en
técnicas de aprendizaje y la escasa motivación
por el estudio se han convertido en factores
recurrentes que afectan la calidad del
desempeño escolar, esta situación plantea un
desafío pedagógico importante, ya que la falta
de estrategias de estudio adecuadas conduce a
dificultades en la comprensión lectora, la
organización del tiempo y la autorregulación
del aprendizaje, siendo necesario comprender
de qué manera los hábitos de estudio influyen
en los resultados académicos y cómo su
fortalecimiento puede contribuir al éxito
educativo.
El estudio de la relación entre los hábitos de
estudio y el rendimiento académico reviste
gran relevancia, puesto que permite identificar
patrones de comportamiento y estrategias de
aprendizaje que impactan en los resultados
educativos, esta investigación aporta evidencia
empírica útil para docentes, orientadores y
responsables institucionales interesados en
diseñar programas de apoyo pedagógico que
fomenten la autonomía y la disciplina
académica. Además, promueve la reflexión
sobre la necesidad de formar estudiantes más
conscientes de su propio proceso de
aprendizaje, fortaleciendo su capacidad de
planificación, concentración y evaluación de
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resultados, comprender esta relación no solo
contribuye al mejoramiento del rendimiento
escolar, sino que también favorece el
desarrollo de competencias transversales
esenciales para la educación superior y la vida
profesional.
El objetivo general de este estudio es
determinar la relación existente entre los
hábitos de estudio y el rendimiento académico
en los estudiantes de bachillerato,
considerando que ambos factores se
encuentran estrechamente vinculados al éxito
educativo y al desarrollo de competencias
cognitivas y autorregulatorias, en este sentido,
se busca identificar cuáles son los hábitos de
estudio más frecuentes y eficaces entre los
estudiantes, así como las diferencias en su
aplicación según variables contextuales como
edad, género o tipo de institución, de la misma
forma, se pretende evaluar los niveles de
rendimiento académico alcanzados y analizar
estadísticamente la posible correlación entre
las estrategias de estudio empleadas y los
resultados obtenidos. Este análisis permitirá
comprender cómo los métodos de organización
del tiempo, la planificación de tareas, la
motivación intrínseca y el ambiente de estudio
influyen en el desempeño escolar a partir de los
hallazgos, y con ello, mejorar el rendimiento
académico de los estudiantes de bachillerato.
Importancia del estudio en la formación
integral del estudiante de bachillerato
El estudio constituye un proceso
fundamental en la formación integral del
estudiante de bachillerato, pues permite el
desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y
emocionales necesarias para su desempeño
académico y su proyección futura, durante esta
etapa, el aprendizaje trasciende la simple
adquisición de conocimientos, convirtiéndose
en una herramienta para fomentar la
autonomía, la responsabilidad y la toma de
decisiones. Según Mármol et al., (2023) la
perspectiva educativa contemporánea, el
bachillerato debe ser un espacio en el que el
estudiante aprenda, construya su pensamiento
crítico y desarrolle competencias que le
permitan enfrentarse a los retos del entorno
social y profesional. Del mismo modo, Cuenca
et al., (2025) señalan que el estudio en el
bachillerato debe orientarse hacia la
comprensión y la aplicación del conocimiento,
ya que el aprendizaje significativo depende de
la capacidad del estudiante para analizar,
sintetizar y transferir información a distintos
contextos.
En este sentido, la importancia del estudio
radica en su influencia sobre la formación
integral del individuo, al contribuir tanto al
desarrollo intelectual como a la madurez
personal, el dominio de técnicas adecuadas de
estudio promueve la organización del tiempo,
la constancia, la disciplina y la
autorregulación, elementos esenciales para
alcanzar un aprendizaje significativo (Soto y
Rocha, 2020). Asimismo, Aliaga et al. (2021),
el fortalecimiento de los hábitos de estudio
contribuye al desarrollo del pensamiento
lógico, la creatividad y la capacidad de
resolver problemas, competencias que resultan
esenciales en el contexto educativo actual,
caracterizado por la complejidad, la
digitalización y la necesidad de un aprendizaje
permanente a lo largo de la vida.
Teorías del aprendizaje relacionadas con los
hábitos de estudio
La comprensión de los hábitos de estudio y
su impacto en el rendimiento académico
requiere sustentarse en diversas teorías del
aprendizaje que explican cómo los individuos
adquieren, procesan y aplican la información.
Entre ellas, Chávez y Salmon (2024) destacan
la teoría del aprendizaje autorregulado, la
teoría cognitiva del procesamiento de la
información y la teoría sociocultural de
Vygotsky, las cuales ofrecen fundamentos
sólidos para interpretar los comportamientos
de estudio y las diferencias individuales en el
rendimiento escolar.
Teoría del Aprendizaje Autorregulado
Según Pilalumbo et al., (2024) el
aprendizaje autorregulado implica la
integración de procesos cognitivos,
metacognitivos, motivacionales y
conductuales que permiten al individuo asumir
un papel activo en su formación. En esta
misma línea, Ocaña et al., (2023) destacan que
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los estudiantes comienzan a desarrollar
autonomía en la gestión del tiempo, la fijación
de metas y la evaluación de resultados, factores
directamente relacionados con la calidad de
sus hábitos de estudio y, en consecuencia, con
su rendimiento académico
Teoría Cognitiva del Procesamiento de la
Información
Nina y Ticona (2021) sostienen que el
aprendizaje es el resultado de la manera en que
la mente humana codifica, almacena y
recupera la información, los hábitos de estudio
adecuados facilitan este proceso al emplear
estrategias que favorecen la atención, la
comprensión y la memoria, como la toma de
apuntes, la elaboración de resúmenes o el uso
de mapas conceptuales. Desde esta
perspectiva, el rendimiento académico
depende en gran medida de la eficacia con que
los estudiantes organizan la información y
aplican estrategias cognitivas para retenerla y
transferirla a nuevos contextos de aprendizaje.
Teoría Sociocultural de Vygotsky
Vygotsky (1979) plantea que el aprendizaje
es un proceso social que se construye mediante
la interacción con otros, no se desarrolla de
manera aislada, sino en un contexto social que
incluye la orientación de docentes, el apoyo
familiar y la colaboración entre pares. En esta
misma linea, Chango et al., (2025) sostienen
que la cooperación entre compañeros y la guía
pedagógica del docente favorecen la
adquisición de hábitos de estudio duraderos,
mientras que el acompañamiento familiar
actúa como un mediador fundamental en el
rendimiento académico, de este modo, la “zona
de desarrollo próximo” se hace evidente
cuando el estudiante recibe estímulo y apoyo
constante que le permiten alcanzar niveles más
altos de comprensión y desempeño.
Hábitos de estudio
Los hábitos de estudio se definen como un
conjunto de conductas, estrategias y rutinas
que el estudiante adopta de forma sistemática
para facilitar el aprendizaje y mejorar su
rendimiento académico, estos incluyen tanto
aspectos organizativos como la planificación
del tiempo o el orden del espacio de trabajo,
como componentes cognitivos y
motivacionales son el resultado de un proceso
de aprendizaje constante que requiere
disciplina, repetición y autorregulación,
permitiendo que las acciones se conviertan en
prácticas automatizadas que favorecen la
eficacia del estudio (Manrique, 2020).
Componentes de los hábitos de estudio
Neira y Berrezueta, (2022) sostienen que la
organización del tiempo y del espacio
constituye un componente esencial, ya que
permite al estudiante distribuir de manera
equilibrada sus actividades académicas y
personales, un entorno ordenado y un horario
estructurado fomentan la concentración y
reducen la procrastinación, favoreciendo la
productividad y el compromiso con las tareas.
Por otro lado Salcido et al., (2024)
menciona que las estrategias cognitivas y
metacognitivas se refieren al conjunto de
técnicas que permiten procesar, comprender y
retener la información, estas incluyen la lectura
comprensiva, la elaboración de resúmenes, la
autoevaluación y la planificación de objetivos.
La motivación y la autorregulación actúan
como factores internos que impulsan la
constancia en el estudio y la capacidad para
mantener el esfuerzo frente a las dificultades,
la interacción de estos tres componentes define
la efectividad de los hábitos de estudio y su
impacto en el rendimiento académico (Pulido
et al., 2021).
Rendimiento Académico
El rendimiento académico se entiende como
el nivel de logro alcanzado por el estudiante en
relación con los objetivos educativos
establecidos por el sistema escolar, este
concepto abarca no solo las calificaciones o
resultados cuantitativos, sino también el
desarrollo de competencias, habilidades y
actitudes que reflejan el grado de aprendizaje
efectivo (Fernández y Peralta, 2021). Vargas
(2020) lo define como un indicador clave de
éxito educativo, pues evidencia la capacidad
del estudiante para aplicar los conocimientos
adquiridos y responder a las demandas
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cognitivas y emocionales del proceso
formativo.
Factores determinantes del rendimiento
académico
Según Chica et al., (2025) los factores que
inciden en el rendimiento académico pueden
clasificarse en internos y externos, entre los
factores internos, destacan la motivación, los
hábitos de estudio, la autoestima académica y
la autoeficacia, entendida como la confianza en
la propia capacidad para alcanzar metas de
aprendizaje, estos elementos determinan el
nivel de compromiso del estudiante con sus
estudios y su capacidad para superar las
dificultades académicas.
En cuanto a los factores externos, se
incluyen las condiciones familiares, el clima
escolar, la metodología docente, el contexto
social, el apoyo familiar, la orientación
pedagógica del profesorado y un entorno
educativo inclusivo favorecen el desempeño
académico, mientras que la falta de recursos, la
presión social o la desmotivación institucional
pueden limitar el aprendizaje, la interacción
entre estos elementos crea un mecanismo
moderno que tiene un impacto en el desarrollo
integral del alumno (Aveiga et al., 2024).
Relación entre Hábitos de Estudio y
Rendimiento Académico
La relación entre los hábitos de estudio y el
rendimiento académico ha sido ampliamente
abordada en investigaciones recientes que
coinciden en señalar que los estudiantes con
una estructura de estudio definida, constancia
y estrategias de aprendizaje adecuadas tienden
a alcanzar mejores resultados (Manrique,
2020). Esta vinculación se comprende a partir
del papel que desempeñan los hábitos de
estudio en la autorregulación del aprendizaje,
ya que permiten una mejor organización del
tiempo, fortalecen la concentración y
favorecen la retención de la información, por
lo tanto, establecer hábitos sólidos se vuelve un
factor clave para alcanzar el éxito en la escuela
y construir un aprendizaje autónomo y
sostenido (Escalona et al., 2024).
De acuerdo con Murillo (2024), los
estudiantes capaces de planificar, supervisar y
evaluar sus propias acciones de estudio suelen
obtener un rendimiento superior, esto ocurre
porque controlan de forma consciente sus
procesos cognitivos y emocionales, lo cual les
permite adaptarse a las exigencias académicas
y optimizar sus resultados. Desde esta
perspectiva Valencia et al., (2022) sostienen
que los hábitos de estudio no solo reflejan
esfuerzo y disciplina, sino también la calidad
de las estrategias utilizadas para alcanzar los
objetivos educativos y mantener la motivación
intrínseca.
En este contexto, Soto y Cervantes (2023)
destacan las implicaciones pedagógicas y
educativas de dicha relación resultan
particularmente relevantes, promover hábitos
de estudio eficaces desde el aula se convierte
en una tarea esencial para el profesorado, ya
que contribuye a fortalecer la autonomía y el
compromiso del estudiante con su propio
proceso formativo. En la misma línea,
Villagrán et al., (2021) resaltan la
incorporación de programas de
acompañamiento académico, tutorías
personalizadas y metodologías activas
estimula el desarrollo de competencias
metacognitivas que repercuten positivamente
en el rendimiento escolar, omprender esta
interdependencia, no solo permite explicar las
diferencias en el desempeño académico, sino
que orienta la creación de estrategias
educativas más inclusivas, dinámicas y
sostenibles.
METODOLOGÍA
Diseño de investigación
La investigación se llevó a cabo desde el
enfoque cuantitativo, ya que se trabajó con
datos medibles y análisis estadístico, el estudio
adoptó un diseño no experimental, debido a
que no se manipularon las variables, sino que
se observaron tal como se presentaron en el
contexto educativo, asimismo, se clasifica
como correlacional, porque su propósito fue
identificar el grado de relación existente entre
los hábitos de estudio y el rendimiento
académico de los estudiantes. La recolección
de información se realizó en un único
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momento temporal, lo que define el estudio
como transversal, este diseño resultó adecuado
para comprender cómo las prácticas de estudio
se vinculan con el desempeño escolar sin
intervenir directamente en las condiciones
académicas de los participantes.
Participantes
La muestra estuvo compuesta por 213
estudiantes de bachillerato, seleccionados
mediante un muestreo no probabilístico por
conveniencia, considerando la accesibilidad a
la población y su disposición a participar
voluntariamente. Se incluyeron únicamente
estudiantes matriculados en el nivel de
educación media superior que asistieran de
manera regular a clases. Se excluyeron
aquellos que presentaran informes de
dificultades severas de aprendizaje o que no
completaran completamente los instrumentos,
los participantes se encontraban en un rango de
edad aproximado entre 15 y 18 años, con
presencia de ambos géneros, lo que permitió
representar de manera adecuada el perfil
estudiantil propio del nivel de bachillerato.
Instrumentos
La variable Hábitos de estudio fue evaluada
mediante el Inventario de Hábitos de Estudio
CASM-85, compuesto por 53 ítems con
respuestas dicotómicas (Siempre = 1 y Nunca
= 0). El instrumento aborda cinco áreas
relacionadas con la organización y ejecución
de actividades académicas, tales como la
manera en que el estudiante estudia, realiza
tareas, toma apuntes, escucha clases y gestiona
sus espacios y tiempos de estudio.
El CASM-85 fue desarrollado inicialmente
en 1985 y posteriormente revisado en 1998,
con reimpresiones divulgadas en 2005 y 2014.
La edición de 2014 incluyó la recomendación
de añadir dos nuevos ítems; sin embargo, al no
presentarse evidencia de validación
actualizada para dicha modificación, en esta
investigación se utilizó la versión consolidada
de 53 ítems, correspondiente a las ediciones de
1998 y 2005, garantizando así la fidelidad
psicométrica del instrumento.
Para la medición de la variable Rendimiento
académico, se diseñó un cuestionario
compuesto por 15 ítems, agrupados en cinco
dimensiones fundamentales que representan
los componentes clave del desempeño escolar:
Desempeño cognitivo, Responsabilidad y
compromiso escolar, Organización y
planificación, Motivación académica y
Autoeficacia académica, cada ítem fue
estructurado bajo una escala tipo Likert de
cinco puntos, que oscila desde Totalmente en
desacuerdo (1) hasta Totalmente de acuerdo
(5), permitiendo captar el grado de acuerdo o
frecuencia percibida en las conductas
vinculadas al rendimiento académico, durante
l aplicación de toda la muestra se evidencio un
Alfa de Cronbach de ,989.
El cuestionario fue sometido a un proceso
de validación de contenido mediante juicio de
expertos, conformado por cinco profesionales
con formación en educación y psicología,
quienes evaluaron la claridad, pertinencia y
coherencia de los ítems con respecto a las
dimensiones teóricas que integran la variable.
Las observaciones emitidas permitieron ajustar
redacciones y asegurar la adecuación
conceptual del instrumento.
Posteriormente, se realizó una prueba piloto
con el 20% de la muestra total, correspondiente
a 43 estudiantes, con el fin de analizar la
comprensión de los reactivos y la consistencia
interna del instrumento. El análisis de
fiabilidad, calculado mediante el coeficiente
Alfa de Cronbach, arrojó un valor de ,956 lo
que evidencia un nivel de confiabilidad
excelente. En consecuencia, el cuestionario se
consideró psicométricamente sólido y apto
para su aplicación definitiva en la
investigación.
Procedimiento
Para la recolección de datos se gestionó
previamente la autorización institucional y se
explicó a los estudiantes el propósito del
estudio, asegurando la confidencialidad y el
carácter voluntario de la participación
mediante consentimiento informado. Los
cuestionarios fueron aplicados de manera
grupal en horario académico, bajo la
supervisión de la investigadora, quien
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proporcionó las indicaciones necesarias, una
vez completados los instrumentos, se verificó
la integridad de las respuestas, se codificaron
los datos y se procedió a su registro en matrices
para el análisis estadístico posterior.
Análisis de datos
El análisis de la información fue realizado
en el software IBM SPSS Statistics (versión
27). Se ejecutaron estadísticos descriptivos
para caracterizar a la muestra y obtener
promedios y tendencias generales de las
variables. Para determinar la relación entre los
hábitos de estudio y el rendimiento académico,
se aplicó el coeficiente de correlación de
Pearson, estableciendo p < 0.05 como criterio
para el nivel de significancia, este análisis
permitió identificar la fuerza y dirección de la
relación existente entre ambas variables dentro
del contexto educativo estudiado.
RESULTADOS
En esta sección se presentan los resultados
obtenidos a partir del análisis estadístico de las
variables Rendimiento Académico y Hábitos
de Estudio, así como de sus respectivas
dimensiones, para ello, se emplearon medidas
descriptivas como media, mediana y
desviación estándar, las cuales permiten
identificar el nivel de desempeño académico y
la presencia de prácticas de estudio en los
estudiantes, posteriormente, se aplicó el
coeficiente de correlación de Pearson con el
propósito de determinar la relación existente
entre ambas variables. Los resultados permiten
no solo describir el comportamiento de cada
dimensión, sino también comprender cómo los
hábitos de estudio influyen en el logro
académico de los estudiantes evaluados.
Tabla 1
Estadísticas del rendimiento académico y sus dimensiones.
Estadístico
Rendimiento
Académico
Desempeño
cognitivo
Responsabilidad
y compromiso
escolar
Organización
y
planificación
Motivación
académica
Autoeficacia
académica
Media
45,00 9,00 9,00
9,00
9,00 9,00
Mediana
46,00 9,00 9,00
9,00
9,00 9,00
Desv.
Desviación
19,887 4,089 4,084
4,055 4,045 4,042
Los resultados evidencian que el
rendimiento académico presenta una media de
45,00, lo cual corresponde a un nivel medio,
esto indica que los estudiantes muestran un
desempeño aceptable, pero aún no alcanzan un
nivel óptimo de logro académico. De igual
manera, las dimensiones de desempeño
cognitivo, responsabilidad y compromiso
escolar, organización y planificación,
motivación académica y autoeficacia
académica presentan una media de 9,00 cada
una, ubicándose también en un nivel medio,
esto significa que los estudiantes comprenden
y aplican los contenidos, cumplen con tareas,
se organizan, se motivan y confían en sus
capacidades de manera moderada, pero sin
consolidarse como habilidades sólidas. La
desviación estándar cercana a 4,00 en las
dimensiones y 19,887 en el puntaje total indica
que existe variabilidad entre los estudiantes, es
decir, algunos alcanzan niveles más altos y
otros se encuentran por debajo, por lo que sería
necesario implementar estrategias
diferenciadas y acompañamiento pedagógico
para fortalecer estas competencias académicas.
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Tabla 2
Estadísticas de los Hábitos de Estudio y sus Dimensiones.
Estadístico
Hábitos de
Estudio
¿Cómo
estudias?
¿Cómo
haces tus
tareas?
¿Cómo
preparas tus
exámenes?
¿Cómo
escuchas
las clases?
¿Qué acompaña
tus momentos de
estudio?
Media
27,23 6,11 4,63 5,64
6,17 4,18
Mediana
27,00
6,00
5,00
6,00
6,00
4,00
Desv.
Desviación
19,597 4,580 3,401 4,175 4,583 3,143
Los resultados muestran que el puntaje total
promedio de hábitos de estudio (27,23) se
ubica en la categoría Tendencia Positiva, lo
que significa que los estudiantes poseen ciertos
hábitos de estudio, pero estos aún no son
constantes ni plenamente consolidados. En las
dimensiones “¿Cómo estudias?” (6,11),
“¿Cómo preparas tus exámenes?” (5,64) y
“¿Cómo escuchas las clases?” (6,17) también
se presenta una Tendencia Positiva, indicando
que los estudiantes muestran disposición para
aprender, emplean algunas estrategias de
estudio y mantienen atención durante las
clases. Sin embargo, se observan dificultades
en “¿Cómo haces tus tareas?” (4,63) y “¿Qué
acompaña tus momentos de estudio?” (4,18),
clasificadas como Tendencia Negativa (-), lo
cual evidencia poca organización en la
realización de tareas y la presencia de
distractores durante el estudio, como el uso del
celular o la música, esto resalta la necesidad de
fortalecer la responsabilidad académica y la
autorregulación para mejorar la calidad del
aprendizaje.
Tabla 3
Correlación entre Variables
Variables
Rendimiento Académico
Hábitos de Estudio
Correlación de Pearson ,891
**
Sig. (bilateral)
0,000
N
213
**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).
La correlación de Pearson obtenida entre los
Hábitos de Estudio y el Rendimiento
Académico es de 0,891, lo que indica una
correlación positiva muy alta entre ambas
variables. Esto significa que, a medida que los
estudiantes desarrollan y fortalecen sus hábitos
de estudio, su rendimiento académico tiende a
mejorar de manera significativa, además, el
valor de significancia (p = 0,000) es menor a
0,01, por lo que la relación es estadísticamente
significativa, lo que confirma que esta
asociación no ocurre por azar. Con una
muestra de 213 participantes, los resultados
muestran evidencia sólida de que la
organización, la constancia, la planificación y
la responsabilidad en las actividades
académicas influyen directamente en el
desempeño escolar, en términos prácticos,
estudiantes con mejores estrategias y disciplina
de estudio presentan calificaciones más altas y
mayor logro académico.
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Tabla 4
Correlación entre Dimensiones
Dimensión
¿Cómo
estudias?
¿Cómo
haces tus
tareas?
Cómo
preparas
tus
exámenes?
¿Cómo
escuchas
las
clases?
¿Qué
acompaña tus
momentos de
estudio?
Desempeño
cognitivo
Correlación
de Pearson
,846
**
,854
**
,869
**
,870
**
,844
**
Sig.
(bilateral)
0,000 0,000 0,000 0,000 0,000
Responsabilidad
y compromiso
escolar
Correlación
de Pearson
,830
**
,841
**
,846
**
,851
**
,833
**
Sig.
(bilateral)
0,000 0,000 0,000 0,000 0,000
Organización y
planificación
Correlación
de Pearson
,858
**
,863
**
,870
**
,881
**
,850
**
Sig.
(bilateral)
0,000 0,000 0,000 0,000 0,000
Motivación
académica
Correlación
de Pearson
,825
**
,848
**
,847
**
,851
**
,827
**
Sig.
(bilateral)
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
Autoeficacia
académica
Correlación
de Pearson
,793
**
,817
**
,825
**
,812
**
,799
**
Sig.
(bilateral)
0,000 0,000 0,000 0,000 0,000
**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).
Los resultados de la correlación entre
dimensiones muestran valores
consistentemente altos y significativos entre
los componentes de los Hábitos de Estudio y
las dimensiones del Rendimiento Académico,
con coeficientes de Pearson que oscilan entre
,793 y ,881, esto indica una relación positiva
muy fuerte: a medida que los estudiantes
mejoran la forma en que estudian, realizan
tareas, preparan exámenes, escuchan en clase y
gestionan su ambiente de estudio, también se
incrementan sus niveles de desempeño
cognitivo, responsabilidad escolar,
organización, motivación y autoeficacia
académica. El valor de significancia (p =
0,000) confirma que estas relaciones son
estadísticamente significativas al nivel 0,01,
por lo que no se deben al azar, cabe destacar la
correlación más elevada entre Organización y
planificación y ¿Cómo escuchas las clases? (r
= ,881), lo que evidencia que los estudiantes
con mayor capacidad para organizar su tiempo
y actividades tienden a aprovechar mejor el
proceso de enseñanza durante la clase. En
conjunto, los resultados reflejan que el
desarrollo de hábitos de estudio sólidos influye
directamente en el rendimiento académico,
reforzando la importancia de promover
estrategias de autorregulación, responsabilidad
y planificación en el entorno escolar.
DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos en esta
investigación muestran una correlación
positiva muy alta entre los hábitos de estudio y
el rendimiento académico (r = 0,891; p =
0,000), lo cual indica que el fortalecimiento de
prácticas como la organización del tiempo, la
preparación para exámenes, la responsabilidad
en tareas y la atención en clase se relaciona de
manera directa con mejores niveles de logro
académico. No obstante, tanto el rendimiento
académico como los hábitos de estudio se
ubicaron en niveles medios, lo que refleja que,
si bien los estudiantes poseen ciertas
habilidades y disposición para aprender, estas
aún no se encuentran completamente
consolidadas. La variabilidad observada
(Desv. Est. = 19,887 en rendimiento
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académico; 19,597 en hábitos de estudio)
sugiere diferencias significativas entre
estudiantes, lo cual enfatiza la necesidad de
estrategias pedagógicas diferenciadas y
acompañamiento continuo.
Estos resultados son coherentes con los
hallazgos de Adinna y Onyeka (2024), quienes
encontraron una correlación positiva y
significativa entre hábitos de estudio y
rendimiento académico (r = 0,811; p = 0,007),
reforzando la idea de que mejores estrategias
de estudio conducen a un desempeño escolar
más alto. Asimismo, se comparan con el
estudio de Islam (2021), en el cual se reportó
una relación significativa entre hábitos de
estudio y rendimiento académico (r = .268; p <
.01), así como entre autoestima y rendimiento
(r = .291; p < .01). Islam también identificó
diferencias por género, encontrando que las
mujeres obtuvieron puntuaciones más altas en
hábitos de estudio (t = 5.90; p < .01),
autoestima (t = 7.15; p < .01) y rendimiento
académico (t = 8.06; p < .01), lo cual sugiere
que la motivación intrínseca y la disciplina
pueden variar entre grupos, aspecto que podría
explorarse en investigaciones posteriores
dentro del presente contexto.
De forma complementaria, los resultados
guardan relación con los hallazgos de Dimal y
Salva (2025), quienes reportaron que los
estudiantes practican sus hábitos de estudio
con frecuencia (media = 4.07/5), con la
dimensión de cumplimiento de tareas
obteniendo la puntuación más alta (media =
4.21). Sin embargo, también encontraron que
la gestión del tiempo y el establecimiento de
metas se presentan como áreas débiles,
coincidiendo con las dimensiones menos
desarrolladas en este estudio (“¿Cómo haces
tus tareas?” media = 4,63 y “¿Qué acompaña
tus momentos de estudio?” media = 4,18). No
obstante, la correlación entre hábitos de
estudio y rendimiento académico en dicho
estudio fue baja (r = .144; p < .01), lo cual
sugiere que los hábitos contribuyen al logro
académico, pero su impacto puede variar según
la estructura educativa y el nivel de apoyo
institucional.
Por otro lado, el estudio de Ostaíza Chávez
y Loor Salmon (2024), no encontró una
relación significativa entre hábitos de estudio y
rendimiento académico, pese a que
identificaron dificultades marcadas en técnicas
de estudio (25,76%), planificación (22,73%) y
toma de apuntes (21,21%). Esta diferencia
respecto a la correlación alta encontrada en
nuestro estudio puede atribuirse a factores
contextuales como la falta de supervisión
familiar, escasas estrategias docentes o
condiciones socioeducativas heterogéneas. Por
lo tanto, los resultados permiten concluir que
el fortalecimiento de los hábitos de estudio
constituye una vía efectiva para mejorar el
rendimiento académico, siempre que vaya
acompañado de orientación sistemática,
prácticas de autorregulación y un entorno
escolar que favorezca la constancia, el
compromiso y la motivación hacia el
aprendizaje.
CONCLUSIÓN
La relación entre los hábitos de estudio y el
rendimiento académico en estudiantes de
bachillerato demuestra que el proceso de
aprendizaje no depende únicamente de la
capacidad intelectual del estudiante, sino
también de las estrategias, la constancia y la
disciplina que aplica en sus actividades
escolares. Los hallazgos obtenidos reflejan que
cuando los estudiantes organizan
adecuadamente su tiempo, preparan sus tareas
con responsabilidad, adoptan técnicas de
comprensión y atención en clase, y mantienen
una motivación académica activa, su
desempeño escolar tiende a mejorar de manera
notable, por tanto, los hábitos de estudio actúan
como un puente entre la intención de aprender
y la materialización del logro académico.
Asimismo, los resultados revelan que,
aunque los estudiantes presentan hábitos de
estudio y niveles de rendimiento académico en
rangos medios, aún existen áreas que requieren
fortalecimiento, especialmente en la
realización de tareas y en la gestión de
distractores durante los momentos de estudio,
estas dificultades evidencian la necesidad de
desarrollar procesos de acompañamiento y
orientación continua que permitan a los
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estudiantes adquirir mayor autonomía y
capacidad de autorregulación. El aprendizaje
significativo no se construye de manera
espontánea, sino a partir de prácticas
constantes que promuevan la concentración, la
responsabilidad y la reflexión sobre los propios
procesos de estudio.
De manera complementaria, la relación
positiva muy alta entre los hábitos de estudio y
el rendimiento académico refuerza la
importancia de que las instituciones educativas
promuevan ambientes y metodologías que
estimulen la participación activa del estudiante
en su proceso formativo. La implementación
de tutorías, programas de orientación
educativa y estrategias pedagógicas
diversificadas puede contribuir a fortalecer
estas competencias, del mismo modo, el rol de
la familia y del docente es determinante, pues
ambos actúan como guías que modelan
actitudes, motivaciones y compromisos hacia
el aprendizaje.
Por lo tanto, se concluye que el
fortalecimiento de los hábitos de estudio
constituye un elemento clave para el éxito
académico en el nivel de bachillerato y para el
desarrollo de competencias esenciales que
serán útiles en la educación superior y en la
vida profesional. Promover la planificación, la
organización, la autorreflexión y la constancia
no solo mejora el rendimiento escolar, sino que
también favorece la formación integral del
estudiante como sujeto autónomo, crítico y
capaz de enfrentar los retos del entorno, por
ello, resulta necesario continuar investigando y
diseñando estrategias educativas que permitan
desarrollar hábitos de estudio eficientes y
sostenibles en el tiempo.
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DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERESES
Los autores declaran no tener conflictos de intereses.
DERECHOS DE AUTOR
Salas Coello, M. M., Mina Angulo, R. M., Proaño Hidalgo, J. V., Cruz Palma, K. L., Crespo Araujo,
B. A., Brito Guadalupe, M. S., & Méndez Jarrín, J. L. (2025)
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